La temporada de Pascua es de cincuenta días, no cuarenta días, como la Cuaresma, o cuatro semanas o menos, como el Adviento. La temporada de Pascua se extiende desde el domingo de Pascua hasta Pentecostés. A veces se le conoce como el «Festival de las Semanas», siete semanas de siete días (49 días), más uno, el quincuagésimo día, Pentecostés.
Los primeros ocho días de la temporada de Pascua se conocen como la octava de Pascua. La Pascua es la fiesta cristiana más grande, tan grande, de hecho, que no se puede celebrar adecuadamente en un solo día. Los ocho días desde el domingo de Pascua hasta el segundo domingo de Pascua se consideran solemnidades, la fiesta de más alto rango de la Iglesia, y cada día se celebra con festividad y alegría.
SI LA CUARESMA era un tiempo de austeridad y silencio musical, la pascua es el tiempo de realce musical, de abundancia y florecimiento del canto. Es un tiempo de alegría y de gozo para entonar cantos de fiesta en honor de Cristo resucitado. En Pascua tenemos que conseguir que la liturgia, en su conjunto, suene y resuene como una gran obra sinfónica: la sinfonía de la nueva creación en Cristo, afinados y vibrantes todos sus instrumentos.
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- El Libro del Organista I – Adviento
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- El Libro del Organista IV – Navidad
- El Libro del Organista V – Pascua
- El Libro del Organista VI – Cantos a la Virgen María
- El Libro del Organista VII – Himnos a la Virgen María
- El Libro del Organista VIII – Ordinario de la Misa
- El Libro del Organista IX – Cantos de Adoración